El anuncio del Atalaya : continuación
POR CUANTO NO CONOCISTE
EL TIEMPO DE TU VISITACION
San Lucas 19:35-44
¿Que tal hermanos? una vez mas nos encontramos a través de estas líneas. Quisiera primero agradecerles por la cantidad de correos que recibimos agradeciéndonos por el anterior mensaje, y pidiéndonos que lo registremos en nuestra lista para recibir los sucesivos. La segunda razón seria disculparme por la demora dado que no estaba en el país en un viaje en el exterior ministrando en diferentes congresos, y a nuestro regreso nos tomamos el tiempo para escribir este articulo.
Bueno, el pasaje que el Evangelista Lucas narra es también contado por los otros evangelios y es el momento en el que Jesús entra a Jerusalén.
Pero lo que yo quisiera remarcar en este pasaje son dos o tres cosas; en el versículo 37 cuando ya Jesús estaba llegando al Monte de los Olivos dice que la multitud comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto. Esto seria traducido a nuestro tiempo de hoy que había un tremendo momento de alabanza al Señor por todas las maravillas que habían visto, pero cual fue mi sorpresa cuando encontré que la versión original dice que: Alababan a Dios por todas las poderosas obras que habían visto.
Hasta aquí parece muy notable todo esto pero allí estaba el pueblo de Dios reconociendo las obras y el poder de Dios a grandes voces, y dice el vers. 41 que cuando llego cerca de la ciudad lloró sobre ella y comienza tal ves unas de las profecías mas tremendas que Jesús halla dado, y que era que vendrían días en que los enemigos rodearían esa ciudad la derribarían a tierra, también a sus hijos y no seria dejado piedra sobre piedra.
“Que tremenda palabra, todo parecía tan anti-climático, la multitud alababa y Jesús libraba una terrible profecía”. Pero había una razón por la que el Señor lanzó semejante palabra.
Y es dicho en el vers. 44 al final, “Por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”.
Muchas veces yo he orado como pastor y pedido una visitación de Dios, pensando en que la palabra visitación encerraba manifestaciones de poder, obras portentosas. Pero al fijarme en el griego la palabra visitación que Jesús cita aquí es la palabra episkope, que significa un pasar buscando los corazones de los hombres y bríndales ayuda es un tiempo de gracia en el cual es dada la oportunidad al hombre a volver a El.
Es decir que un tiempo de visitación, es un tiempo que Dios nos concede gracia, la oportunidad de arrepentirnos y de tornar nuestros corazones a Él si es que nos alejamos. La recriminación del Señor a su pueblo aquí era por que ellos podían reconocen las obras y el Poder de Dios, pero no reconocían la oportunidad que El les estaba dando para volver de sus pecados a Dios.
En él evangelio de Mateo 11:20 y 21 el Señor es como que aclara la razón de la manifestación del poder, de las obras de Dios, de los milagros; es para que halla un arrepentimiento.
Que estoy queriendo decirles hermanos, tal vez el Señor ha derramado tremendos obrares, milagros, sanidades y todas estas manifestaciones las hemos reconocido. Pero temo, que no conozcamos de la misma forma que todo es con el propósito de tornarnos hacia El, para que sea nuestro único rey. Reconozcamos que este tiempo es el Día de la Visitación a nuestras vidas.
Volvamos a los principios de Dios, restauremos el altar caído, tiremos los altares a ídolos, y edifiquemos el altar a Jehová.
Será hasta la próxima que Dios les bendiga.
Jorge